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viernes, 18 de enero de 2013

2013 AÑO DE LAS ENFERMEDADES RARAS

El camino de doble sentido de la enfermedad rara a la prevalente.


PRIMERA TERAPIA GÉNICA PARA UNA ER

Las enfermedades raras se benefician de los avances de patologías frecuentes, y viceversa. El gobierno ha declarado 2013 Año Español de las Enfermedades Raras.


Las enfermedades raras (ER) comparten, en muchos casos, mecanismos patológicos con las de mayor prevalencia. De hecho, muchas ER llevan asociadas patologías consideradas comunes, como ciertos tipos de cáncer y trastornos autoinmunes. Por otro lado, enfermedades prevalentes como el mismo cáncer y el mal de Alzheimer presentan factores genéticos que podrían beneficiarse de tratamientos desarrollados para las ER: la terapia génica y la celular, en esencia.

La terapia génica es un caso paradigmático en ese sentido: es una estrategia muy prometedora en las ER, pues se estima que el 80 por ciento de ellas son de causa genética. Este verano, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha aprobado Glybera, una terapia génica para el tratamiento de la deficiencia de proteína lipasa, enfermedad hereditaria autosómica recesiva cuya prevalencia se encuentra en unos dos casos por millón.

Es la primera vez que la EMA aprueba una terapia génica para una ER, aunque, como comenta a DM José María Millán, subdirector científico del Ciber de Enfermedades Raras (CiberER), hay otros ejemplos de investigaciones en terapia génica que se están desarrollando desde hace años con buenas perspectivas (inmunodeficiencia combinada severa, anemia de Fanconi y ciertas distrofias retinianas, entre otras). "Cuando se solventen las dificultades que presenta este tipo de tratamiento -seguridad, método de entrega, nivel y periodo de expresión del gen introducido y efectos secundarios- se convertirá en una herramienta fundamental para el abordaje de las ER".

Sobre los avances en este terreno informan en goteo constante las revistas científicas. Esta semana Science Translational Medicine publica los resultados de la terapia génica en trece niños afectados por la enfermedad de Canavan, un desorden que aparece por la ausencia de la enzima aspartoacilasa (gen ASPA) y que impide el adecuado desarrollo de la mielina. El grupo de Paola Leone, de la Universidad de New Jersey, en Stratford, ha mejorado con la inoculación mediante vector adenoviral de una copia funcional del ASPA, lo que ha aumentado la supervivencia y calidad de vida de estos enfermos.

También en niños, y ya en España, se han centrado las investigaciones en la última década de un equipo del Hospital Niño Jesús (Madrid), el Instituto de Salud Carlos III, en Majadahonda, y el Instituto Catalán de Oncología (Barcelona), que ha desarrollado una nueva estrategia terapéutica para pacientes con tumores metastásicos y refractarios a las líneas de terapia estándar.

Según explica uno de los investigadores, Manuel Ramírez Orellana, "consiste en la administración de Celyvir, un medicamento que contiene células mesenquimales autólogas y un adenovirus oncolítico de replicación condicionada. El desarrollo de esta terapia se ha realizado en niños con neuroblastoma, fundamentalmente. Dado que los principios de actuación de Celyvir no son exclusivos del cáncer infantil sino que pueden aplicarse a otros tumores, se ha comenzado un ensayo clínico que reclutará a pacientes adultos". Para ello se cuenta con la colaboración del Servicio de Oncología Médica del Hospital 12 de Octubre (Madrid).

Otro ejemplo del impacto que la investigación en ER puede ejercer sobre enfermedades comunes lo aporta el grupo de Pilar Giraldo, de la Unidad de Investigación Traslacional en el Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza), que investiga en ER de depósito lisosomal. Giraldo ha explicado a DM que fruto de sus trabajos "desde hace unos años conocemos que las mutaciones en el gen de la beta-glucosidasa (GBA1) es el factor de riesgo genético más común para la enfermedad de Parkinson. Nuestro grupo, junto con otro de la Universidad de Nueva York, ha desarrollado un estudio en pacientes y portadores evidenciando que los portadores de mutaciones en GBA1 tienen dos veces más riesgo de desarrollar parkinsonismo. Por tanto, una aplicación posible de los compuestos sp2 con actividad chaperona podría ser la prevención del desarrollo de la enfermedad de Parkinson".



La cooperación internacional, esencial en cualquier campo de la investigación, lo es más, si cabe, en el de las enfermedades raras (ER). La mayoría de los estudios que requieren un número significativo de pacientes necesitan de la participación de varios países. José María Millán (CiberER) pone como ejemplos los ensayos clínicos que se han llevado a cabo en pacientes con distrofia muscular de Duchenne: realizados en varios países de la Unión Europea (UE) bajo el paraguas de la organización Treat-NMD. "La cooperación internacional permite la creación de redes dedicadas a una o varias ER, registros, biobancos internacionales, como Eurobiobank, y fomenta la movilidad de investigadores para abordar la fragmentación y la producción de nuevos conocimientos, pero también la coordinación de proyectos en Europa y el diálogo con todas las partes interesadas, incluyendo pacientes".
El Plan de Salud Pública de la UE contempla las ER como objetivo prioritario de sus acciones desde 1999, cuando se inicia el Programa de acción comunitaria sobre las enfermedades poco comunes (1999-2003).

Desde entonces, las ER son prioridades en los sucesivos programas y se promueve la cooperación en su investigación en los programas marco, incluido el VII (2007-2013); "en ellos la participación de grupos españoles ha sido significativa, si bien aún hay pocos grupos que coordinen alguno de esos proyectos cooperativos".

Otras convocatorias internacionales para obtener ayudas son E-Rare o IRdiRC, apoyadas desde el Instituto de Salud Carlos III. Esta última iniciativa pretende que el diagnóstico de la mayoría de las ER, así como el tratamiento para 200 de ellas, esté disponible en 2020.

Sobre el apoyo de la industria, Millán apostilla que "la mentalidad está cambiando pero aún no es suficiente. Es necesario potenciar la investigación y el desarrollo de fármacos con la colaboración de centros de investigación, hospitales, spin-offs biotecnológicas y la gran industria farmacéutica; también una política que reduzca trabas administrativas".

( 24-12-2012 )

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